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Mundo Zafio

El paradigma de no caer bien: Jordi L.P.

Sí amigos. Como imagino que el fenómeno del rechazo a las monerías de este patético showman no sólo se reduce a la RedaccióN AreniL, sino que se trata de algo más extendido entre la grey regulera, este humilde siervo de Mefisto ha decidido repasar de manera torpe y tendenciosa las incursiones en la tele del simpático y elegantemente gañán Jordi L.P. Que cae mal no creo que sea motivo de discusión. Graciosete de barraca de feria, con ínfulas de galán trasnochado y tripón, sus imitaciones aceleran el flujo de nuestros ácidos estomacales peligrosamente. No hace gracia alguna, de hecho seguramente sea el peor monologuista de la Meseta y alrededores. Y eso es decir mucho y malo en este país en el que las risitas de guión inundan nuestro panorama televisivo. Personalmente, ver a Jordi L.P. imitando a Pujol por quincuagésimosexta vez, me hace una gracia siniestra, como me la puede hacer Michael J. Fox intentando jugar a la Wii.

 

 

Debe tratarse de un rara avis, un humorista con una carrera que ya comenzó crepuscular, y que se ha mantenido así durante muchos años. Surfeando en la cresta de la ola catódica gracias a los vientos soplados por don Bertín Osborne, Josep María Bachs, y hasta el propio Lazarov. Por supuesto, alguien que ha conseguido mantenerse ahí tanto tiempo, se convierte en "artista polifacético". Preparen sus e-mules que en febrero sale su disco de balidos, "My swing", en el que por primera vez intentará no irritar demasiado con esa voz del demonio. De hecho, ha jurado que no imita a nadie en todo el disco.

Los 90 y Tele5 fueron un caldo de cultivo idóneo para toda una horda de espantos surgidos de las mentes de los programadores más abyectos. Y por supuesto una oportunidad única para que Jordi diese a conocer su gran talante cómico a todo el mundo. La cancha que le dieron en "Tutti-Frutti", "Ven a cantar" y "Entre platos anda el juego" le permiteron, como dice en su prodigiosa web "conseguir la perfección de sus distintos personajes, así como elaborar monólogos de la más rabiosa actualidad". Todos estaremos de acuerdo en lo de rabiosa.

 

 

Tras haber demostrado en las fiestas de su pueblo el don con el que Dios lo había bendecido, el de la gran mímica facial, nuestro no bien amado Jordi L. P. (López Peña, no perdérselo amigos) dio el salto a su grandísimo personaje en "Tres Pics i Repicó" (Tres picos y repicón), el Bocagrossa, de infausto recuerdo para los que tengan memoria y estuvieron expuestos durante aquella época a la televisión autonómica catalana. Allí llegó a codearse con la mismísima Vicenteta, aunque nunca llegó a despertar la simpatía y la popularidad de nuestra fallera bailarina de charleston favorita. No sé ustedes, pero el menda con sólo 12 años aprovechaba que salía el Bocagrossa para ir a mear o a tocarse en sitios por primera vez. Tal era el tedio existencial que me sugería el campechano personajillo.

Después de haber demostrado su gran habilidad para que la gente de plató riera justo cuando se encendía el cartelito de "risas", pasó por los antes citados programas de Tele5, y de ahí, al cielo. Su momento cumbre, el más álgido. Presentó durante 2 horas (¡¡¡2 HORAS DE L.P.!!!) "La batalla de las estrellas" junto a Bertín, María Abradelo, y otros cracks mediáticos sin par, oigan. La época de Tele5 en la que se batieron todos los records de caspa incrustada, tuvo a Jordi como pregonero mayor, y seguramente sea por eso que más tarde se dedicaría en serio a hacer de pregonero mayor por las etílicas fiestas mayores de los pueblecitos, eminentemente, de Catalunya.

 

 

Tanta popularidad y fama no podía acabar bien de ninguna manera, le ha pasado a Bon Jovi, a Britney Spears, y también como pudimos ver en un post anterior, a Gary Coleman. Por eso Jordi, inquieto como una mosca atiborrada de anfetas, se metió a actor en la película de su colegui Francesc Bellmunt, "Una orgía en Formentera". Una peli de violaciones, agropecuarismo extremo, rencor, amor y redención, en la que no hay ni un tercio de las guarreridas que promete el título. A partir de ahí ya estaba todo hecho. Optó por un discreto retiro en la radio, sin perder su vis cachuenda y, acechado por la nostalgia, intervino en algunos programas de TV3, llegando incluso a presentar la entrada al nuevo milenio en Canal 9. Feliz nuevo milenio. Contra todo pronóstico, contra toda lógica, y contra natura oigan, le fue otorgado el premio ARC (Asociación de Representantes de Cataluña ¿?) al mejor humorista del año 2002. Debe equivaler a unos Razzies del humor o algo así, porque si no de qué, a ver, de qué...

Tantos éxitos consecutivos dieron a Jordi la posibilidad de ejercitarse en el también supercómico mundo del golf, y para no desaprovechar sus vastos conocimientos en la materia, TV3 volvió a darle otra oportunidad para caer mal a la gente presentando el elitista "Forat 18" (Hoyo 18), un programa de ¿deporte? en el que la concentración y la seriedad se sazonaban con imitaciones de Jordi Pujol, muy a cuento la verdad.

Finalmente, y tras alguna que otra incursión de la mano del inefable Valerio Lazarov en TVE y Tele Madrid, se dedica otra vez a la radio, a hablar de golf. Si la idea de hablar de golf por la ondas ya es rara de por sí, no imagino qué capricornios debe resultar con el tipo este de director y presentador.

 

Ahora lanzará su cd romántico -les vuelvo a recordar que apresten sus e-mules- y se preparará para luchar codo con codo en el top-manta con Lorena, Bisbal y, ya puestos, Björk. ¿Imaginan un dúo Jordi L.P.-Björk?

Ya han visto amigos, el Spanish way of life en estado puro. Lo he puesto a caer de un burro, pero se habrán dado cuenta los más avispados que todo es pura envidia. Jordi es el paradigma del encumbramiento per se, una alabanza a la incompetencia, una oda a la falta de talento y, en resumen, lo que todos deseamos que nos suceda un día de estos. El hecho de que yo esté ahora sentado ante el ordenador a las tantas y en postura deprimida, y el seguramente esté en un yate en las bahamas fumándose un Cohibas mientras bebe Cardhú y dos supermodelos se la estén mamando a la vez, no es óbice para que no me sienta superior y me haga eco de lo mal que nos cae a todos. ¿O es que la estoy cagando y sólo me cae mal a mí?

Un último kostroapunte. Vayan a la web de este compadre y visiten el apartado "Historia". Jordi L.P. además de gracioso, es culto y refinado hasta la náusea.

De todos modos a día de hoy la mejor imitación de Pujol sigue siendo la de Paul Verhoeven...

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Libelo producido a la sazón por la bilis del Dr. Peter Smegman tras una tediosa tarde de aburrimiento ante la Caja Cabrona. Reportaje gráfico excretado por el alumno más adelantado del 3º Taller Berrakus de Paint y Bocadillos de  Diálogo.

Algo Huele a PLUMA En LAS VEGAS...

Supongo que todos estaran de acuerdo en otorgar a Las Vegas el título de paraíso de lo hortera y el mal gusto; trajes a cuadros escoceses, sombreros y zapatos de rejilla, lentejuelas, laca, arquitectura faraónica, etc.

El americano comehamburguesas se encuantra a sus anchas en esta pesadilla estética (no te rías tanto, que aqui tenemos "Marina de horror" -"Mierdina d'Or para los muy entendidox- que lleva camino de ser delegación oficial europea de Las Vegas)

Uno de los efectos colaterales de este imperio del horror es que en Las Vegas han encontrado cobijo multitud de artistas de gusto dudoso que pueden dar rienda suelta a su locura plumífera sin despertar demasiadas sospechas, pero van listos porque a los de VideoArenA no se nos escapa ni uno a la hora de buscar víctimas a los que poner a parir.

En principio este líbelo iba a versar exclusivamente sobre el "Rey de Las Vegas", y no, no estoy hablando de Elvis, capullo, me refiero al verdadero "Rey de Las Vegas": ¡¡Liberace!! ¿Como? ¿Que no sabes quién coño es Liberace? Echa un vistazo a la foto, a ver si se te refresca la neurona...

 

Solo en Las Vegas se puede ir de esta guisa sin levantar sospechas, amigos.

Bueno, vale, tampoco te suena ¿no?, Liberace es la versión americana de Richard Clayderman, ¿qué? ¿qué tampoco sabes quien carajo es Richard Clayderman? ¡Joder, que te lo tengo que explicar todo, coño!!

Bueno, pues el Liberace este, que ya nos dejó hace unos años, era un pianista que se dedicaba a pasar por su turmix toda canción de éxito que tuviera la desgracia de pasar por su lado. Te cogía el "iesterdei" de los Bitels, o el "uat iu nid is lov" del Bur Bacarac y te hacia unas versiones vomitivas aporreando el teclado.

Pues a base de tocar canciones de los demás (vaya jeta el tío..) y de rebozar su piano (y a sí mismo) de lentejuelas y plumas, consiguió vender millones de discos.

No hay maruja americana que no tenga un disco en casa de este bote de laca ambulante.

Su conjunto y piano más discreto.

Ya sé qué estás pensando, este tío pierde aceite, ¿verdad?, pues a eso iba, se afincó en Las Vegas y allí, entre tanta lentejuela y laca, nunca levantó sospechas.

Bueno, como decía antes, en principio este artículo iba a tratar en exclusiva sobre Liberace pero mientras escribía estas líneas me acordé de quienes han recibido el testigo del bueno de Liberace como auténticos "Reyes de Las Vegas": ¡¡Siegfried & Roy!!

¡¡¡CAGÜENNDIOOOSSS!!¿¿¿TAMPOCO SABES QUIéNES COÑO SON SIGFRIED & ROY??? Venga, una ayudita, joder...

 

Bueno, ahora sí, ¿no? son esos dos magos que se dedican a hacer desaparecer y aparecer bichos de todo tipo, son algo así como el Ángel Cristo y la Barbara Rey de Las Vegas.

 

Si pensábais que Liberace era raro... No, amigos, por desgracia no, éstos no acaban de salir del cásting de "Masters del Universo"...

Liberace perdía aceite, pero estos dos tíos se quedaron sin la culata del cárter hace siglos. Por su aspecto merecen ser estadounidenses, pero para vergüenza nuestra no es así, estos dos sujetos son europeos, alemanes o austríacos, o las dos cosas a la vez, no sé.

El periplo de estos dos bultos sospechosos empezó hace unos 40 o 50 años (como lean esto se me van a cabrear) por estas tierras, supongo que escogieron ser magos porque es la única profesión en la que puedes ir vestido como una loca sin que te señalen con el dedo.

El número consistía en sentar sobre un taburete a un pobre guepardo y hacerle hacer las típicas gracias de dar la patita, saltar por un aro o cantar la Marsellesa.

La primera víctima de estos dos desaprensivos fue este pobre guepardo, id a saber por dónde para...

Aquí en Europa los clichamos enseguida y en cuanto pudimos les mandamos a tomar por culo. Finalmente ocurrió lo inevitable, actuando precisamente aquí en España fueron vistos por un norteamericano que, gracias a Dios, les propuso largarse a Las Vegas. ¡¡Las Vegas!! el único sitio del mundo donde te puedes poner unas mallas de lentejuelas montando una avestruz, y que encima te aplaudan y paguen por ello.

El espectáculo no ha variado demasiado en las últimas décadas, exhiben animales exóticos como tigres albinos, leones bizcos, etc., y les hacen las mil perrerías.

El número estrella de estos dos impresentables es coger una pobre elefanta llamada Gilda y hacerla desaparecer en un pis pas del escenario (no quiero ni imaginarme la hostia que se debe meter al caer por la trampilla...)

 

Si es que no me los dejan descansar, coño, con tanta visita VIP me los sacan de la cama a todas horas...

Sonreíd, sonreíd... que no se note que vamos hasta el culo de coca, jeje...

En principio este artículo finalizaba aquí, pero resulta que investigando sobre el actual paradero de este dúo plumánico he averiguado que finalmente pasó lo que tenía que pasar: uno de sus famosos tigres albinos decidió improvisar en pleno espectaculo y tomarse un pequeño piscolabis a base de carne de Roy (el moreno). Era inevitable, tanta pluma y lentejuela pone de los nervios a cualquiera...

 

Mantecora (el único de la foto que no parece un extraterrestre) pensó que era hora de cambiar de dieta, pobriño.

Afortunadamente la laca de Roy aturdió ligeramente al felino y el tipo pudo vivir para contarlo. Después de unos 3 o 4 años de rehabilitación, Roy (el moreenooo, joderrr) vuelve a pisar los escenarios, aunque ahora mira de reojo siempre al bicho que tiene detrás.

De todas maneras, de quien menos me preocuparía yo es del tigre de los cojones, a quien tiene que vigilar de cerca es a la elefanta, porque el día en que se harte de pegarse un guarrazo diario cayendo de la trampilla se va a liar una buena. Del ataque de un tigre siempre se puede uno salvar, pero de la furia de una elefanta cabreada no te salva ni Diox.

 

 

Que se anden con ojo porque Gilda la va a armar un dia de estos... Bien pensado un incidente así daría pie a un buen episodio de CSI Las Vegas: ¡¡Lunes noche, gran premiére de CSI, Grissom y Cia intentan averiguar qué cacho corresponde a Roy y cuál a Siegfried!!

Bueno, pues desde VideoArenA no me duelen prendas enviar un fuerte abrazo (frontal, eso sí) a Roy y que nos alegramos de su completa recuperación. Al rubio no le digo nada porque es un jeta (aunque eso sí, un jeta más inteligente que el otro porque no se acerca al los bichos ni loco), en el espectáculo simplemente levanta los brazos y grita: ¡¡TACHANNN!! Pues eso, mucha tranquilidad y que no hace falta que trabajes tanto, ejem.

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Plumífero y aceitoso post eruditamente potado por Truman Capullo en todo un alarde de sapiencia televisiva y moñeril, amigos.

BEYOND THE BOINA AND THE BOTIJO…





Ya hace décadas que los españoles dejamos atrás nuestro complejo de inferioridad respecto a la Europa civilizada. Los más jóvenes no lo habéis vivido, pero tras el boom turístico de los 60 el país se llenó cada verano de ingleses, franceses, alemanes, etc. En aquellos tiempos el español medio todavía llevaba boina y contemplaba acomplejado a aquellas personas tan rubias, altas e inteligentes (sobre todo los ingleses oye, que todos hablan el inglés perfectamente).

Los años han pasado y ahora somos nosotros los que miramos por encima del hombro a nuestros vecinos europeos (y también de paso tocarlos si se dejan...), pero, hermano, la boina sigue ahí. Cual miembro fantasma, todavía sentimos en la cabeza la presión de la boina a pesar de que la arrinconamos en el armario hace décadas.

Toda esta arenga viene a cuento de que hace poco volví a sentir la boina en mi cabeza, el culpable de semejante agresión fue el visionado del vídeo del himno oficial de la selección española de fútbol. El motivo de esta canallada visual y ¿musical? ha sido, cómo no, el Mundial de Fútbol de Alemania (evento infame donde los haya).
Pero vamos por partes porque la cosa tiene un delito impresionante y merece un análisis detallado:


¿Qué da más pena aquí, el vídeo de la Selección o el careto que se le está quedando a Raúl?

En primer lugar uno podría pensar que con todo el dinero que mueve en este país el fútbol profesional a nuestros astros deportivos los enmarcarían en un plató de proporciones dignas y pertrechado de lo último en tecnología luminotécnica y escenográfica…¡pues vas listos! Los responsables de la Federación debieron pensar que para qué coño nos vamos a gastar una millonada en esta chorrada: los metemos en el comedor del hotel, apartamos unas cuantas sillas y mesas y a rodar!
Dicho y hecho, realmente tiene pinta de haber sido filmado en la sala BBC (bodas, bautizos y comuniones) del hotel. Han colocado un par de plafones publicitarios para disimular y de paso sacar unas pelas que siempre van bien.

Tres y me llevo siete y tres que le resto por aquí... con lo que me he ahorrado en este anuncio me voy a pagar el agosto en Punta Cana, juju...

Solucionado el tema de la escenografía, seguidamente se ataca la colocación de los jugadores. Tratándose de jugadores profesionales de élite, se optó por el formato de “foto de curso del cole”: los altos detrás, los bajitos delante y Luis Aragones abajo y en el centro repartiendo collejas a los que se metan el dedo en la nariz.

Mmfff... mmffff... ¡a ver, como no salga el cerdo que sacaba de cuescar os quedáis todos sin pleisteison desa una puta semana!

A grandes rasgos el vídeo se puede resumir como una filmación casera de unos amigotes en la costa brava, con unas copas de más un sábado noche, saltando cada uno a su aire como unos orangutanes en celo mientras vociferan una y otra vez la misma estrofa: “A por ellos, oé, a por ellos oé, a por ellos oé”.

No se crean, el rodaje de semejante atentado al buen gusto y decoro seguro que tuvo su miga. Me imagino al realizador intentando enseñarles algún tipo de coreografía primitiva para dar la impresión de que la cosa se había preparado concienzudamente.
El iluso no sabia con quien se las tenía que ver, seguro que después de 2 o 3 horas de infructuosos intentos de que movieran al unísono alguna parte del cuerpo, debió finalmente resignarse y exclamar con voz cansina: “Bueno, chicos, es igual, ¡todos a saltar!".

Una vez finiquitado el tema de la coreografía quedaba la parte más difícil para los chicos: esto es, cantar. Y es que saltar y cantar a la vez suponía para muchos un esfuerzo titánico más allá de lo posible. Sospecho que el realizador, ya con unas ganas locas de perderlos de vista, solucionó el tema de manera tajante con el socorrido playback y a tomar pol culo...

Hay que decir que los componentes de la selección mostraron un alto grado de compañerismo y una gran homogeneidad artística: todos sin excepción hicieron el ridículo de la manera más espantosa, en ese sentido no se salvó ni Dios.

Pero entre todos ellos hay uno que resplandeció más que ninguno y que con su actuación ha dado una nueva dimensión a la vieja máxima, ¡Pero que coño!, y ése no es otro que el único componente de la selección cualificado para liarla siempre allá por donde va. Se trata de nuestro All-Star de lo Impresentable, sí, lo habéis adivinado: Luis Aragonés.

Su actuación en el vídeo de marras es de tintes puramente épicos, y es que ver a Luis rojo como un tomate, con los puños en alto chillando “a por eeeellos oooééééé” no tiene precio: no hay Mastercard que pueda con esto. El tío está que se sale, parece que esté a punto de explotar como el Michael Ironside en la peli Scanners.

Poner a Luis a tono para la filmación no debió ser demasiado difícil, le pasas un brazo por el hombro mientras le recuerdas su época de jugador y ya te has ganado su higado... digo su corazón. Me lo imagino cabizbajo, farfullando que antes los hombres eran hombres y el fútbol, fútbol y no estas mariconadas de ahora. Entretanto le vas endiñando unos cubatas y en unos minutos lo tienes listo para la acción. Lo realmente difícil debió ser pararlo, una vez en marcha seguro que hubo que controlarlo y evitar que incendiase la sala.

Gracias a este video he constatado que la España de la boina y el botijo sigue ahí, de nada han servido la movida madrileña ni el diseño catalán, seguimos ejerciendo de paletos a todos los niveles. Ya puestos a hacer el ridiculo, lo haces del todo, con todas las consecuencias. Por ejemplo, yo hubiera puesto de realizador al Ozores, al dueto Pajares y Esteso junto a los jugadores, y un par de turistas suecas en bikini paseándose por la sala mientras todos cantan: "¡¡A por ellas oé!!".

En fin, no pienso dedicar ni una línea más a esta canción, himno o como queráis llamarlo (yo he optado directamente por la expresión: “la mierda esta”). Simplemente espero que "la mierda esta" no caiga en manos de la FIFA, porque de ser así a partir de entonces sólo nos van a dejar jugar en los Mundiales de Fútbol Borderline.

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Fdo: Truman Capullo, con la Sangre Nada Fría, más bien Hirviendo Rabiosa ante tanta Castiza Tonterida.

Escalofriante Documento: "INVADIR POLONIA", lo último en OCIO CABRÓN... (Faltan 3 días...)

Parecía mentira cuando me enteré, pero no, definitivamente la empresa ubicada en Vilafranca del Penedés, Megalomaniac Games, ha publicado su último juego: "Invadir Polonia".
Es el juego de tablero que hará sacar espuma por la boca a todos los megalómanos que andan sueltos por ahí y que contienen su egomanía con películas bélicas, airsoft, juegos de videoconsola u ordenadores. Contiene cientos de figuras de plástico de gran detalle y un extenso pero jugable reglamento –o eso dicen sus creadores– que, como reza en la contraportada: “Os permitirá meteros en el pellejo de personajes como Napoleón o Jumuncus, pero todos con un mismo objetivo: invadir Polonia, ese territorio que durante la historia ha sufrido tan y tan constantes invasiones por parte de enormes masas de ejércitos”.


Es cierto que pululan por el mercado bélico cientos de tíulos de las más diversas temáticas, pero este se lleva la palma de la desfachatez. Cada jugador podrá iniciar el camino de colmar sus ansias de dominación mundial con esta primera prueba de fuego: tomar el territorio polaco. Una vez conquistada Polonia ya sólo quedará el resto del mundo, que simularán, imagino, con un socorrido "Risk". Pero claro, antes tendrás a Hitler, Stalin, Napoleón o Jumuncus al frente, encarnados por el resto de jugadores, queriendo quitarte tu porción de Polonia con todas las sucias tretas o máxima violencia posible; ganará al final el que más territorios posea. Y En medio de toda esta destrucción está uno de los pueblos más castigados por las guerras. Vaya desde aquí toda mi solidaridad para con el pueblo polaco y mi repulsa a este tipo de material lúdico, ideado sólo para complacer a gentes de buen sueldo, que ya sean de izquierdas o derechas se aburren una tarde dominical y se dedican a invadir, una vez más, las bellas tierras polacas.

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Fdo: Teniente Kostrillo.

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Cuando Kostrillo me llamó y me dijo "Tienes que ver con lo que me he topado, tío ¡vas a flipar!", pensé, "bueno, tampoco será para tanto, chico", pero me equivoqué de medio a a medio. Flipé de lo lindo, y al principio, como el propio Kostrillo, no di crédito a mis ojos... El juego de tablero "INVADIR POLONIA" existía realmente!!! Allí estaba, frente a mí, extendido el tablero, los cinco bandos de figuras de plástico, e incluso las figuras troqueladas y a todo color de los nefandos líderes de los ejércitos invasores: Stalin, Hitler, Napoléon, Jumungus...


¿Acaso la Ignominia no tiene límites? ¿Dónde está la barrera entre el Bien y del Mal... y a cuántos kilómetros de ésta se debe hallar esta hijoputesca mala baba? Y lo más hijoputesco de todo aquello eran, curiosamente, los, llamémoslo, "extras" del juego que, supuestamente, debían hacer más ameno este macabro entretenimiento de sobremesa. Por ejemplo, un CD musical para poner como música de fondo y ambientar la partida, con temas clásicos como "Starway to Heaven", o "Highway to Hell", las sinfonías completas de Wagner, y, cómo no, todo un clásico; el "Eh, eh, es polaco quien no bote, eh!". O los complementos de mando de los líderes-tirano, con el fin de conseguir que cada jugador se meta más en su papel; las gorras de Hitler y Stalin, el tocado bicorne de Napoleón, y en el caso de Jumungus, la máscara de portero de Hockey. Por no hablar de un modo de juego especial, llamado en las instrucciones "Polish Sudden Death", y que consiste en que los cuatro jugadores invasores se coaligan contra un quinto jugador, éste al mando de las fuerzas defensoras polacas, y en el que el objetivo de la partida no es, como suele ocurrir, intentar invadir el territorio, sino simplemente durar el máximo de turnos posible en el mapa antes de ser totalmente aniquilado...

Profundamente consternados ante semejenate carencia de memoria histórica y un tan poco respeto para con el sufrimeinto de precedentes generaciones polacas, decidimos denunciar este atropello jueguil en VideoArenA.

Ni que decir tiene que en la Redacción VideoAreniL tenemos la intención de echarnos unas partidillas al dichoso juego con el fin de estudiar a fondo sus tácticas macabras y observar detenidamente su espuria esencia; hacerlo objeto, en suma, de un detenido estudio periodístico y antropológico-social. Prometemos no disfrutar ni una pizca y no soltar la más mínima carcajada...

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Fdo: Perraco

"MARINA D’OR", CIUDAD DE VEJACIONES, ¿DÍGAME?

Cuando John Milton escribió Paraíso Perdido allá en 1667 es indudable que su densa e incómoda prosa hacía referencia a la no menos densa e incómoda Marina D’Or, un complejo turístico tan colosal y colorista como mefistofélico y bizarro.

Todo es feísta y desproporcionado en Marina D’Or, empezando por la telefonista del anuncio y acabando por una más que indigesta Ane Igartiburu, la sublimación de lo "acarismático".



El mayor complejo vacacional de la Europa no civilizada no podía situarse en otro lugar que no fuera la demoníaca costa levantina, más concretamente en Oropesa de Mar, famosa ciudad de acogida de ex-dictadores y ases del padel.

Jamás he pisado (y espero no verme en la tesitura de tener que hacerlo) semejante despropósito urbanístico, pero la cosa se revela ante mis ojos como una reunión del Opus pero en plan erótico-festivo. Un nido de gañanes, acaudalados muerdealmohadas con ínfulas y meapilas alitósicos. El retiro ideal si los nazis hubiesen ganado la Segunda Guerra Mundial... El perfil prototípico del cliente ideal sería algo así como un híbrido entre Mark Ostarcevic y Josef Mengele.

Ni imaginarme quiero a esas parejas de jubilados de ultraderecha bailando un agarrao, a media luz, como idos ante la belleza de ese adagio de Von Karajillo perpetrado por un incompetente teclista moldavo y politoxicómano, mientras tratan de mantener a flote la quijada Blue Tropic en ristre.

Hasta Album Panini han sacado los jodidos.

Y ¿Qué me dicen de esas guirnaldas que ya estaban desfasadas en el Concilio de Trento? ¿Y esas máquinas expendedoras de colonia Brumel? Ante tal panorama se me antoja más confortable, pongamos por caso, un Mauthausen.


Lo de la piscina que sale en el anuncio de marras (sí, esa majadería digna de jeque árabe puesto de ácido) ya es para mear y no echar gota. Como a algún viejales se le ocurra la feliz idea de intentar cruzarla de una tacada ya está haciendo sitio en su tórax para media docena de by-passes.


Vengan a disfrutar de la mayor piscina de aguas fecales de Eurasia...


En fin, allá ustedes. Yo por lo pronto voy a ir montando mi piscina Toy en la terraza y a servirme una Mahou bien fresquita...

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No acabamos de entender a cuento de qué ha venido esta del todo impropia salida de tono del Berrakus, pero qué le vamos a hacer si también forma parte de la familia...