A Fernando Alonso ya le gusta Pink Floyd...
... concretamente le pirra el The Wall, es decir, el muro contra el que el pasado domingo arruinó su carrera cuando iba primero y lo tenía todo a su favor, que es algo casi tan cafre y tan loser como "irte al carajo" en la última vuelta cuando vas primero porque se te ocurrió dejarte una rueda atrás... así que a la hora de hacer el burro en el asfalto tanto da uno que otro; tanto monta monta tanto, Raikkonén como Fernando...
Y es que ya era hora de que nuestro asturiano de oro se diera cuenta de lo que es ser ejpañol, (que diría maese Bono), de que captara de una puñetera vez nuestro espíritu esencialmente perdedor. Porque, la verdad, si había alguna frikimanía que nos diese grima, incomprensible de verdad, esa era la Alonsomanía; todo la jodía peña con las dichosas camisetitas y gorritas azules, pavoneando los colores de un equipo extranjero, para más recochineo franchute (¡El eterno enemigo¡), que si Alonso parriba, Alonso pabajo, siendo todos, de repente, unos expertos de alcantarilla en aleaciones, mecánicas, neumáticos, aerodinámicas, y, sobre todo, lo más deprimente, todos cada fin de semana pegados a la caja tonta, acostumbrándonos a ganar una vez sí y la otra también... Pero, dónde quedó ese espíritu eminenetemente nuestro??, dónde el espíritu de la Armada Invencible hundida en el Canal de la Mancha, dónde el epírituo del desastre 98, de los últimos de Filipinas??, dónde el espíritu de la Selección Absoluta de Fútbol, eterna cuartofinalista??... Por Dios, es que este hombre no sabía que a nosotros lo que nos va es sufrir, castigarnos, sentirnos vítimas, llorar una y mil veces la derrota... y aquello de "ya te lo decía yo que este no llegaba a nada"???
Alguien debería haberle recordado mucho antes los grandes nombres que colmaron de fracaso las disciplinas de motor patrias: Ese Álex Crivillé que después de ganarle el mundial a un Doohan que ya no podía ni con el casco dejó al año siguiente el título en manos de Keny Roberts porque no hacía más que caerse como una vaca vieja en la primera curva; ese Carlos Cardús que perdió el mundial en la última carrera y nada más parar empezó a liarse a patadas conm la moto como si ella tuviese la culpa de que él se hubiese dejado comer todos los puntos de ventaja que llevaba; ese Emilio Alzamora que se proclamó campeón del mundo sin ganar una sola carrera y después ya nada de él jamás se supo; ese Carlos Checa que no sabe hacer otra cosa que caerse para ir directamente a la UVI; o ese Gibernau al que le tiene Rossi la moral comida y que, recordémoslo, aún no ha ganado ná de ná... o esos De la Rosa y Gené, magníficos y sempiternos pilotos probadores... o Jordi Aracarons y Nani Roma en el Dakar; el primero corrió tropecientosmil y jamás ganó ninguno, el segundo ganó uno y al año siguiente para que aprendiera la lección se rompió la mano como castigo... para finalmente llegar a nuestro praticular Rey de los losers, nuestro faraón de la derrota, el emperador del fracaso... Carlos Sainz, que después de cometer la vileza de ganar dos campeonatos del mundo de rallys seguidos, aprendió de su error y se convirtió en todo un valuarte de la cagada, el gafe y la mala pata... ¡Este sí es de los nuestros, coña!
Esperemos que nuestro Alonso después de su vuelta al redil en el circuito Gilles Villeneuve de Canadá aprenda de tan insignes maestros y le de por escuchar más a menudo a Pink Floyd, aunque con más arte, leche, que la hostia del domingo fue vista y no vista... nada espectacular: ni destrozo, ni llamas, ni sangre, nada ostentoso que echarnos al coleto del morbo...
Menos mal que las aguas parecen volver a su cauce y nuestro hijo pródigo regresa a casa por navidad... Francamente, teníamos la terrible sospecha de que este nos iba a salir oveja negra, un ganador nato de esos en plan Schumacher, tan insolente y creído que dan ganas de ahostiarlo una y otra vez a ver si así se le borra la sonrisa profidén del jeto...
En fin, ahora a por el Pedrosa y el Nadal ese de la raqueta y el par de pelotas... (¿o eran cojones?), que ese si le dejaran ganaba al Rossi en zapaillas... Y es que así no hay manera, señores!
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Esta birria fue entregada por Perraco dos días después de lo prometido... ¡que no vuelva a pasar!
Y es que ya era hora de que nuestro asturiano de oro se diera cuenta de lo que es ser ejpañol, (que diría maese Bono), de que captara de una puñetera vez nuestro espíritu esencialmente perdedor. Porque, la verdad, si había alguna frikimanía que nos diese grima, incomprensible de verdad, esa era la Alonsomanía; todo la jodía peña con las dichosas camisetitas y gorritas azules, pavoneando los colores de un equipo extranjero, para más recochineo franchute (¡El eterno enemigo¡), que si Alonso parriba, Alonso pabajo, siendo todos, de repente, unos expertos de alcantarilla en aleaciones, mecánicas, neumáticos, aerodinámicas, y, sobre todo, lo más deprimente, todos cada fin de semana pegados a la caja tonta, acostumbrándonos a ganar una vez sí y la otra también... Pero, dónde quedó ese espíritu eminenetemente nuestro??, dónde el espíritu de la Armada Invencible hundida en el Canal de la Mancha, dónde el epírituo del desastre 98, de los últimos de Filipinas??, dónde el espíritu de la Selección Absoluta de Fútbol, eterna cuartofinalista??... Por Dios, es que este hombre no sabía que a nosotros lo que nos va es sufrir, castigarnos, sentirnos vítimas, llorar una y mil veces la derrota... y aquello de "ya te lo decía yo que este no llegaba a nada"???
Alguien debería haberle recordado mucho antes los grandes nombres que colmaron de fracaso las disciplinas de motor patrias: Ese Álex Crivillé que después de ganarle el mundial a un Doohan que ya no podía ni con el casco dejó al año siguiente el título en manos de Keny Roberts porque no hacía más que caerse como una vaca vieja en la primera curva; ese Carlos Cardús que perdió el mundial en la última carrera y nada más parar empezó a liarse a patadas conm la moto como si ella tuviese la culpa de que él se hubiese dejado comer todos los puntos de ventaja que llevaba; ese Emilio Alzamora que se proclamó campeón del mundo sin ganar una sola carrera y después ya nada de él jamás se supo; ese Carlos Checa que no sabe hacer otra cosa que caerse para ir directamente a la UVI; o ese Gibernau al que le tiene Rossi la moral comida y que, recordémoslo, aún no ha ganado ná de ná... o esos De la Rosa y Gené, magníficos y sempiternos pilotos probadores... o Jordi Aracarons y Nani Roma en el Dakar; el primero corrió tropecientosmil y jamás ganó ninguno, el segundo ganó uno y al año siguiente para que aprendiera la lección se rompió la mano como castigo... para finalmente llegar a nuestro praticular Rey de los losers, nuestro faraón de la derrota, el emperador del fracaso... Carlos Sainz, que después de cometer la vileza de ganar dos campeonatos del mundo de rallys seguidos, aprendió de su error y se convirtió en todo un valuarte de la cagada, el gafe y la mala pata... ¡Este sí es de los nuestros, coña!
Esperemos que nuestro Alonso después de su vuelta al redil en el circuito Gilles Villeneuve de Canadá aprenda de tan insignes maestros y le de por escuchar más a menudo a Pink Floyd, aunque con más arte, leche, que la hostia del domingo fue vista y no vista... nada espectacular: ni destrozo, ni llamas, ni sangre, nada ostentoso que echarnos al coleto del morbo...
Menos mal que las aguas parecen volver a su cauce y nuestro hijo pródigo regresa a casa por navidad... Francamente, teníamos la terrible sospecha de que este nos iba a salir oveja negra, un ganador nato de esos en plan Schumacher, tan insolente y creído que dan ganas de ahostiarlo una y otra vez a ver si así se le borra la sonrisa profidén del jeto...
En fin, ahora a por el Pedrosa y el Nadal ese de la raqueta y el par de pelotas... (¿o eran cojones?), que ese si le dejaran ganaba al Rossi en zapaillas... Y es que así no hay manera, señores!
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Esta birria fue entregada por Perraco dos días después de lo prometido... ¡que no vuelva a pasar!
5 comentarios
katakrek -
Perraco -
En cuanto a Alonso, lo cierto es que también queremos que gane y que le dé una patada en el culo a "Schumi"... pero el post era más bien una forma de quitarle hierro un poco a toda la parafernalia mediática que se ha montado a su alrededor, que ya sabemos que en estos parajes que uno mientras es bueno, es el mejor, pero a la primera que falla ya es un fracasado irreparable, y eso no me digas que no lo tenemos :)
un saludo para ti, Pájaro, y para todos los que veis pelis en casa de mando...
Pajaro -
De todos modos perraco, no comparto para nada tus ansias de perder, es más yo quiero (como asturiano que soy) que gane el Nano. Me gustaría que te des cuenta que no solo mola el chaval porque lo venden por la tele. Nos gusta porque es de la tierra. Y antes de verle a el yo ya seguía desgraciadamente la F1.
Te falto mencionar a Garriga, gran piloto y mejor camello. Por lo demas está todo como dios manda. Un saludo pa vuestra web desde el barrio del coto.
Perraco -
Jackal -