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Trueque Linkeal

En VideoArenA no podemos por menos de congratularnos de que hayamos dado con otro tipo lo suficientemente loco, no sólo como para leernos -que ya tiene su aquél-, sino también para enlazarnos!!!

Su nombre es Borja y está al mando de Trueque Mental, a partir de ya mismo disponible en Otras Kaspas como Chantaje Sináptico, un blog novel, como dice su propio autor, apasionado por las imágenes en movimiento, o lo que es lo mismo, por el cine, pero por el cine de verdad y no esas basurejas de las que hablamos aquí.

A Borja -quien confiamos no tenga nada que ver con Borja Mari, el dioxxxillo de la blogosfera- le gusta, suponemos, Robert Sheckley, por aquello del trueque, y también Philip K. Dick, y además también el Los Ángeles 2019 de cuando Deckard tenía voz en off, y las Criaturas Celestiales de Peter Jackson, aquella peli que narraba cómo la hoy escritora de insufribles truños criminaloides, Anne Perry, hacía sus pinitos como AAA (Asesina Adolescente Australiana), y además también le pirra Crash, la eroto-porno-peli del Gran Mesías de la Nueva Carne, David Cronenberg, en la que salgo YO...

Gracias Borja, nos leemos...

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El Vaugan


Otro enlace-post de agradecimiento tecleado por El Vaugan, y van dos...

El óvulo del espacio exterior y el esperma descabezado de Mr. Clooney

Hoy, en MainstreaM: SOLARIS

Solaris


Están en el futuro, no sé exactamente cuándo pero ahí están, en el futuro, lo sabemos porque está lloviendo, y en el cine, ya se sabe, desde Blade Runner en el futuro siempre llueve, por aquello del cambio climático y el efecto invernadero y esas hostias, aunque aquí estamos todos, en pleno cambio climático de verdad, y con un calor y una sequía de la hostia y no cae una gota ni a la de tres. Así que ahí están todos, y además George Clooney, un eminente psicólogo, mojándose en el futuro como el que más. Sabemos que es psicólogo porque unos tipos le cuentan sus neuras y sabemos que es eminente porque no sabe cortar un pepino sin tajarse un dedo, lo cual indica que, como todo universitario, es un inútil terminal para todo lo que no sea aquello de lo que ha estudiado, así que antes de que le dé por cortarse la mano entera preparándose un bocata lo envían a Solaris, que es un planeta que tiene el mismito aspecto que tienen siempre los óvulos justo antes de la fecundación en todo tipo de otros anuncios y películas MainstreaM, así como lilas y rosas y fosforitos, lo cual es una mamonada, señores, porque allí dentro no hay luz, que no se ve una mierda, vamos, y nada es del color de nada, joder ya!... Allí (en Solaris, no en el óvulo) se topa con Jeremy Davies, el puto cobarde de Salvar al Soldado Ryan, que ya había hecho de subnormal en Million Dollar Hotel, aunque aquí todavía da más risa, y con una tipa negra que tiene muy mala leche y suelta tacos; estos dos son también universitarios pero tienen suerte porque en Solaris no hay cuchillos. No hay cuchillos pero sí fantasmas, y esa es la cuestión, o eso, o todos toman drogas, una de dos, o las dos, y el tema es que están todos cagaditos de miedo. Y en esas que al Clooney se le aparece su mujer, o mejor dicho, su ex-mujer, ya que dejó de serlo al palmarla y/o suicidarse. Ella viajaba en metro con un pomo de puerta en la mano, así que estaba como una regadera, y él era loquero, así que eran la pareja perfecta; se recitaban versos de memoria el uno al otro y se morreaban a cada instante, y todas las mañanas, en lugar de "apaga ya el puto despertador y levanta de una jodida vez, coño!!!", se decían ayloviu, dear y moñadas por el estilo porque en el futuro todas las parejas serán así de molonas... La cosa continua cada vez más lenta y aburrida, más incluso que la versión de Tarkovsky, lo cual ya es mucho decir, hasta que llega el final y Soderbergh se hace la picha un lío porque se le ha atragantado la digestión de la novela de Lem y se está yendo por la pata abajo, así que entonces se mueren todos, los fantasmas y los vivos, pero en realidad no están muertos, porque ahora son todos como fantasmas, o como vivos, o como sueños, y Solaris sigue sin estar fecundado, y el pobre Soderbergh, que había dao en la diana con Traffic se pegó menuda leche con esta Solaris que es más sosa que el almuerzo de mi abuela hipertensa.

...Y así acabó Solaris, menos mal!...

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Digestivo Rennie


Estos más minutos MainstreaM han vuelto a ser patrocinados (qué remedio!) porDigestivo Rennie

Las horas... que hay que aguantar...

Hoy, en MainstreaM: LAS HORAS

Las Horas


A Nicole Kidman le duele la cabeza sólo de pensar que tiene que hacer ver que escribe, así que se levanta con cara circunspecta, pero entonces va y se topa con el espejo: como no está muy bien de memoria porque todo el votox que se ha metido entre ceja y ceja le está pudriendo el cerebro no recuerda que está haciendo de Virginia Woolf y se cree que en realidad es así de fea, que esa peazo nariz es suya, y que ese horrible vestido lo compró ella, así que coge, se deprime mucho, y después se suicida. Muchas horas después, ya pasado lo de Hitler y todo eso, llega Julianne Moore y también se deprime mucho porque se ha dado cuenta de que está casada con John C. Reilly, un tipo de lo más feo y que casi siempre hace de retrasado; así que como no está nada concentrada esa mañana no es capaz de terminar un pastel ni a la de tres, aunque en realidad no es por eso, en realidad es porque prefiere los bollos, y si no mirad el morreo que le mete a la Toni Collette, que ya no sólo no es la madre del puto niño que ve muertos, sino que además tiene algo chungo en los ovarios. Luego pasan muchas horas más, se van a tomar por saco, sucesivamente, el Challenger, Chernobyl, y el Covi, así que ahora el mundo es un poquito mejor... En esas que llega Meryl Streep con hambre de Oscar, a Meryl también le gustan los bollos pero ahora no que ya ha desayunado, de modo que se va a comprar flores para Ed Harris que está muy pachucho. Harris no tiene que actuar ni necesita maquillaje ni nada porque ya en verdad tiene esa pinta de enfermo todos los días, así que tiene mucho tiempo libre y por eso escribe libros de poemas y le dan premios y todo, pero ocurre que se arrima a la ventana para coger la inspiración para unos nuevos versos, resbala y se cae cuatro pisos abajo, y entonces la Streep va y tiene que volver rápido rápido a la floristería para devolver las flores y encargar una corona funeraria ya que el suelo estaba muy duro y el Harris se quedó allí incrustado y no va a poder seguir haciendo la película porque luego, pasadas unas horas, se tiene que ir pitando a limpiarle las manchas humanas a Robert Benton...

...Y así acabaron Las Horas...

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Digestivo Rennie


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